domingo, 29 de noviembre de 2009

Seis al hilo y uno después del cigarro


I
Si nunca nos hemos conocido…
Todo lo que podíamos pedir
Se nos ha ido negando.
Tu padre no es tan bueno
Como quiere aparentar
Sobre la miel de los días
Nos meteremos en el ojo
Del huracán de rosas rotas.
¿te molesta si tarareo
Nuestra canción secreta?
¿Realmente puedo hacerlo
Mientras me clavas en
las piernas pequeños
Animalitos de acero
Candente?
El amor flota libre
Sobre un río de cadáveres.
II
No me mires así
Sin pensar en las copas
De los árboles
En los árboles
Y sus copas.
Todos los días igual
Aquí no hacemos pie
Y el agua plateada
Pronto nos llenará
Los pulmones de peces.
Nos dirigimos en causas
Hacia el mundo de la
Ropa usada
De los días gastados
De los besos que nunca
Se llegaron a dar.
III
Mis manos colgadas a cientos
De metros del suelo
No las veo
No me ven y no las veo.
Solo te quería bien me dijo
El viento sobre la tumba
Del soldado desconocido
Pero me interesaban
Mas los pechos de su madre
O los rezos del padre en la
Iglesia del pueblo fantasma.
IV
Que pena que no nos proporcionamos
Y fuimos tan cerca
En el lapso se estancó inviolada
La oscuridad de no dejarme marchar
Pero aun así esquivo dicto
El instante en que ya
Nada me aguarda.
V
Perro regadera
Perro regadera regresa
No me dejes en la libertad
De no elegir tu puta madre.
Mermelada marinera
Perro regadera al cielo
Que la lluvia a dejado todo
Hecho un desastre de miedo
Perro marinero con cabeza
Regadera has dejado mi
Vida olvidada en la
Billetera.
Perro regadera me muero
Y has traído a mis hijos
En las fauces de un tiburón.
Perro regadera tu eres
Hermoso también.
VI
Después de todo lo que
Nos ha tocado vivir
Cariño mio
El dolor físico es lo
Mas dulce que nos
Puede suceder.
Enciende mis manos
Junto a la chimenea
Mece mi pelo dentro
De nuestra propia
Cuarentena.
Tirame en la cara de
Forma indecente
La mañana entera
Con pájaros y un sol
Que lava las rocas en un río.
VII
Qué explicarán ahora de nosotros
Ahora que no constamos
Siquiera para omitir planes
Ya no habitaremos en las
Palabras tan grotescas
Tan feas y mal pronunciadas
Por los dientes de ficción
Por las esposas realmente
Antiestéticas
Por los peinados fosilizados
Que de ningún modo ya lograrán
Apalearnos.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Carta de navidad


Tu estas aquí
Yo por ahí
Ando
Follar garchar culear
Chupar meter meterla
Esperma flujos
Marmotas todos lo somos
Camas que crujen
Temblores chupadas
Ojetes por ahí otros
Fornican se besan
Repiten de a tragos
Gargantas sudor
Sudor en cuatro
Acabadas bocas
Penes hombros
Ombligos corridas
Sabanas mojadas
Todo el mundo allí
En el suelo todo
En la alfombra
Y los coches
Escupidas lubricantes
Vibradores y bolas chinas
Tragas trago tragan
Las frutas maduran
Despeinados sin cosas
La piel brillante
Clavicordios de vulvas
Acordeones de pezones
Gritos a mano tapada.
El perfume de los viejos
El mar confunde tu ano
El mar negro en abril
Semen lácteos
Pulsaciones himen
Me corro me absorbes
Te ahogo los ojos
Los regalos.

lunes, 12 de octubre de 2009

De Merquita


Gozaba una palma
y voces escuchadas al pasar en
los pálidos regazos de la infancia,
y mis padres siempre abatidos.
Puedo decir que éramos una familia
llena de palabras encontradas
con aves puestas en los ojos
y siempre un dulce bajo
la almohada como irrefutable
disculpa.
No existen quejas
solo la palma colgada
más allá de la mesita de noche
la casa también descansa.
Cuando me llamaban a cenar
siempre lo hacían de forma
despreocupada
como con faltas de ortografía.
El laurel tomaba algunas veces…
Forma de grillos en cajitas
y otras de dentadura inmersa
en un vaso con agua.
Mi pensamiento es todo
Es lo mejor que has vivido...

domingo, 17 de mayo de 2009

Requiem


Te has muerto
Mamá descuelga
Uno a uno
Tus dibujos
De la nevera.
Puedes saber a
Que huele su
Corazón en pleno
Acto descompositivo.

martes, 3 de febrero de 2009

Canción de un violador con sindrome de down


Sobre la sospecha nos es regalado
lo propio de la espera enclaustrada.
No tener miedo al lustre oficio
que nos enmaraña hacia lo positivo.
Nadie puede oler tus ropas
ni saber como en silencio absoluto
te quedas con la vista enmarcada
en el ocaso, los dientes del ocaso
mordiéndolo todo
magullando en anaranjadas muertes
el borde de los edificios
los parabrisas de los coches
la piel de los ancianos
la vergüenza de quien madura…
la tarde en su atardecer abortante
con sutil calma desfigura tus corneas
y dibuja un tembloroso campo
de tulipanes amarillos
rojos rosas naranjas
un mar de tulipanes sobre tu rostro
sutil embriago del capricho.
Carne de ángeles expuesta
en los escaparates.
Me invade el máximo dolor
que nunca podrías comprender,
los niños juegan, los veo,
nadie se detiene pero alli todo.
La tarde se marea sobre si misma,
vuela el dolor
siente el dolor
puedes sentir
como uno a uno los valcones que dan
directo a mis venas
se vienen abajo…
desierto músical
inútil presagio de lamentos.
Tus manos eran un regalo
que sostenían lo que nunca
quizas tendría que haber
sido concebido
eran tus manos
ahora la tarde se come la ciudad
y yo sin tus manos.
Las manos no están de manera directa
Atadas a las circunstancias.
Los ojos pueden mentir
Ella me lo ha dicho varias veces
Nunca la comprendo.
El aire corre mas veloz
Sobre el borde de los labios
Los labios cortando el viento
El viento cortando los labios
Hago refugio con mi mano derecha
El cigarrillo tiene que encender.
No lo sé muy bien
Trato de enmarañar una explicación
Suave como el tintineo de unos
Dientes blancos sin prisas
Unos dientes de leche sonriendo
En el otro lado del sentido.
Tu padre conoció a tu madre
Antes de conocerte a ti
Pequeña.
Ahora tu padre teme por su empleo
Y tu madre no deja de reprochárselo
Cuando almuerzan
En la mesa la jarra de agua los divide
Pero aun así todo se pierde
Con excepción de lo que nunca
Ha llegado.
Los legados cuantificados en el
Reposo de cualquier acto
Perteneciente a la vida familiar.
Tu vecina fuma a escondidas
La puedes ver fumando y supones
Que fuma a escondidas de sus espaldas.
Ella crece por fuera con la mirada
En el propagandismo de la marina.
Sus pelos son brotes de soja
El mundo una gran vaca gorda
Suculentamente triste y sin vista.
La vaca ciega atropella todo
Lo que está en su camino
Pero ni ella sabe a donde se dirije.
Tu vecina se embellece por segundos
Y ni sospecha de la gran vaca.
Fuma con los ojos entrecerrados
Y los labios prietos de rojo intenso.

domingo, 25 de enero de 2009

Cúmulos


Cielo eres tan nubes
Que existen veces que
Me dan ganas
Me entran ganas de
Golpearte con la
Frente en la nariz
Y por las dudas mirarte
Siempre desde lejos
Entre los arbustos
Y los huesos rotos.
Cielo eres tan nublado
Y no tienes tetas
En donde guardar algunas
Cuantas granadas maduras
Para lamentar las pérdidas
De los que se han ido
Dejando profano silencio.
Tu corazón es como el
Susurro de una liendre
Y metes mas miedo
Que una verga de kilos.
Que pasa con los dioses
Que pasa con los aviones
Que pasa con los dioses
Que viajan en aviones
Y con la gente que camina
Siempre mirando sin forma.
Te frotaría para curar el frío
Pero aun tengo miedo
De lo que sugiere
Regresar tarde y cansado.
Todos estamos muriendo.