lunes, 11 de febrero de 2013

Dos Presos


Olvidados las formas y somos un huérfano los dos
Acaricio tus pechos y pienso
en todos los pezones que he visto.
Y en las prisiones y en las goteras
te beso.
Fumo tres cigarrillos antes de que despiertes
la cama es un niño tonto
que juega sin darse cuenta.
Estamos vestidos de rojo y negro
mi perro corre por la casa ahí
cuando abro tu boca enorme
y me meto bien dentro.
Te haces un nudito en el pelo y lo cojo
como un ramillete que duerme en la barriga
de pequeños animales silvestres.
Así, así te quería yo, en las cuencas
en los ojos amanecidos o en la virtud del sueño
profundo y desnudo.
Respiro fuerte; en mi cuerpo el cañón
la pólvora y el condenado.
E imploro a tu nombre que quite
al día lo enfermo y que así manso
en la laguna profunda duerma la noche
Porque una mano puede también ser el copo
y la nieve y rozar mejilla o ropa.
Si cambiamos la dirección de la luz
se vuelve ahora discreta
en los ojos de un toro
que manso se escarlata en la arena.