Olvidados
las formas y somos un huérfano los dos
Acaricio
tus pechos y pienso
en
todos los pezones que he visto.
Y
en las prisiones y en las goteras
te
beso.
Fumo
tres cigarrillos antes de que despiertes
la
cama es un niño tonto
que
juega sin darse cuenta.
Estamos
vestidos de rojo y negro
mi
perro corre por la casa ahí
cuando
abro tu boca enorme
y
me meto bien dentro.
Te
haces un nudito en el pelo y lo cojo
como
un ramillete que duerme en la barriga
de
pequeños animales silvestres.
Así,
así te quería yo, en las cuencas
en
los ojos amanecidos o en la virtud del sueño
profundo
y desnudo.
Respiro fuerte; en mi cuerpo el cañón
Respiro fuerte; en mi cuerpo el cañón
la
pólvora y el condenado.
E
imploro a tu nombre que quite
al
día lo enfermo y que así manso
en
la laguna profunda duerma la noche
Porque
una mano puede también ser el copo
y
la nieve y rozar mejilla o ropa.
Si
cambiamos la dirección de la luz
se
vuelve ahora discreta
en
los ojos de un toro
que
manso se escarlata en la arena.