domingo, 14 de abril de 2013

Formas de decir adios.

I
Lo del verbo amar
se lo entrego a tu familia 
A las penas;  oh señorisimo mio.
Vertiginismo en la barriga.
¿A qué no sabes quién se está
muriendo?
Quizás, digo solo quizás podría
ahora mandarlos a cagar en su puta 
madre.
Tumbas con guirnaldas desde el 
fondo del invierno;
quisiera sonreír, ratas
el enfado es solo hacia mi.
La luna de budapest chorrea leche
de mi padre muerto y empalmadamente
santificado.

II
Yo no quiero que se acabe este cigarrillo
lo asumo como una orden y te lo
imploro como una bendición.
Porque ambos sabemos lo que personifica.
No quiero que se acabe, porque en el  
momento que esto suceda.
Y de hecho va a suceder de un momento
a otro, sabré que marcharás para siempre.
Y quedaré tumbado en la cama.;
sin ganas de ir al supermercado
comprar alimentos en lata y
suavizante para las sábanas.
Sé bien que pasaran días así.
Y la habitación poco a poco
perderá el olor de tu sexo.
El aroma de tu esmaltes de uñas.
Estaré triste, muy triste y sucio
mirando una mancha de vino
que se nos olvidó en la mesita
a la cual reías, a la mancha,  porque
decías que se deformaba en un 
dibujito con la cara de Rimbaud.



No hay comentarios:

Publicar un comentario